Director: Olivier Dahan
Reparto: Marion Cotillard, Sylvie Testud, Emmanuelle Seigner, Gérard Depardieu, Clotilde Courau, Jean-Paul Rouve, Catherine Allegret, Pascal Greggory
Productor:Alain Goldman
Duración :02:20:00
Estreno: viernes 20 abril 2007
Género:Biografía
País :España,Reino Unido,República Checa
Distribuidora:Alta Films
Productor:Alain Goldman
Duración :02:20:00
Estreno: viernes 20 abril 2007
Género:Biografía
País :España,Reino Unido,República Checa
Distribuidora:Alta Films
Comentario
Hace ya tiempo que dejé de creer en la asepsia de los comentarios, en la objetividad de nuestros planteamientos, a la hora de expresar opiniones. La lectura de mis comentarios habrá dado cuenta de ello. Digo esto porque la vida de Edith Piaf llevada al cine no podía sino provocar en mí un cúmulo de emociones, así que aténganse a ello y resígnense a las siguientes líneas.
Ya desde pequeño mi madre me contaba retazos de esta tortuosa biografía, por ello llegué con cierto temor a sentarme al cine. Pero no, los temores se disiparon y me entregué al relato, a los saltos temporales que obligan a tener una concentración adicional y, principalmente, me entregué a la musica del gorrión de París.
Una vida llena de condenas prematuras, un accidente estadístico, dirán otros, en fin. Este es el relato de una mujer que venció todo afirmada sólo en el talento de su voz. Quizás si uno atiende a la historia de Piaf, puede entender el por qué cantó lo que cantó, porque lo hizo tan bien y porque conectó tanto, y tan simplemente, con su público.
Es una vida en donde prevalecen las sombras, sórdida, pero no por eso menos virtuosa. La música lo es todo. Antes de la exhibición pusieron en el cine las más conocidas melodías de la artista, pensé que eso podría mermar el efecto con la película pero no fue así. La combinación de un ambiente europeo marginal y pobre, una sociedad golpeada por la guerra, una élite exquisita y excluyente, la Francia de la primera mitad del siglo pasado, en fin, las imágenes mezcladas con los sonidos de la calle, de los improperios y las maldiciones, ...la sintésis de todo que es la voz de la Piaf.
Su duración asusta, pero que va!... ni se nota. Al final uno se queda mordiendo eso de la muerte y la vida, uno se queda mordiendo la muerte y la vida propia; todo se acaba, son segundos y pareciera que es conveniente secarse los ojos y decir que...al final sería bueno ser igual a ella... y no arrepentirse de nada.